MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
En opinión de Poveda, Bolinaga es un enfermo grave con un padecimiento incurable pero su estado no reviste "un peligro patente para la vida" por lo que, a su entender, este caso hubiera requerido de la aplicación del artículo 92.1 y 92.2 del Código Penal, que exigen la renuncia expresa a la actividad terrorista y la petición de perdón a las víctimas "como mínimo" antes de la libertad.
El juez discrepante asegura, además, que Bolinaga no sólo no ha mostrado su arrepentimiento sino que, según informes del Centro Penitenciario donde cumplía condena, "persiste en su actitud, justificando la misma".
Explica que el legislador diferenció en el Código Penal a aquellos reos que padecieran una enfermedad grave e incurable de los que se encontraran en situación de peligro patente para la vida e impuso en ambos casos condiciones diferentes.
Así, Poveda concreta que la actuación de sus compañeros de Sección --Fernando Grande-Marlaska, Alfonso Guevara, Javier Martínez Lázaro y Ramón Sáez Valcarcel-- deja sin efecto una norma, ya que es evidente que "cualquier enfermedad incurable acarreará la muerte del penado en su día" aunque en el momento de analizar el estado del paciente el peligro de fallecimiento no sea inminente.
"El juez debe interpretar, no legislar, esa no es su función y en aplicación de la mera función que nos corresponde como jueces y magistrados, me reafirmo en la vigencia de la distinción legal citada discrepando por tanto, sustancialmente, pero con todo el respeto, del parecer de la mayoría", dice el juez.
El magistrado insiste, en que, a la vista de los distintos informes médicos obrantes en la causa "ni una sola vez" los médicos mencionaron la expresión riesgo de muerte para calificar la situación del paciente. Recuerda que el penado mantuvo, además, huelgas de hambre intermitentes y negativas a los tratamientos.