INDEPENDENCIA Y EFICACIA
Propiciar el respeto a su independencia e imparcialidad, tanto en lo que afecta al Consejo General del Poder Judicial como al TC, simplificar los procedimientos y llamada al consenso fueron las líneas principales en materia de Justicia.
Éste es el camino
Mariano Rajoy ha esbozado en su discurso de investidura las líneas de actuación en materia de Justicia para poner al servicio del ciudadano un sistema judicial moderno, ágil y eficaz. Ha subrayado el papel de la Justicia como garante de derechos y libertades y como elemento dinamizador de la actividad económica, porque una Justicia rápida y previsible genera confianza en las instituciones y seguridad en el inversor.
Apuesta por las nuevas tecnologías para conseguir que los diferentes sistemas informáticos intercambien información de una manera fluida y coordinada, y para lograr la implantación del expediente judicial electrónico en sustitución del formato papel.
Propone nuevas reformas procesales que reduzcan la inasumible litigiosidad que colapsa nuestros juzgados, así como el impulso de medidas de solución extrajudicial de conflictos, tales como la mediación y el arbitraje. Sólo una Justicia rápida y sin dilaciones indebidas es capaz de tutelar eficazmente los derechos y libertades públicas.
Hay que conseguir que los ciudadanos vuelvan a confiar en la justicia y que ésta recupere su buena imagen, dañada por injustificadas acusaciones de politización. Por ello, el replanteamiento de los sistemas de elección de los miembros del órgano de gobierno de los jueces y del Tribunal Constitucional puede ser la vía adecuada para alcanzar este objetivo. Sin duda éste es el camino a seguir, y seguro que el próximo Gobierno recuperará el tiempo perdido y acometerá las reformas necesarias para situar la Justicia al mismo nivel que otros servicios públicos básicos, como la sanidad o la enseñanza.
