La sentencia ratifica la decisión del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco que ya desestimaba esta petición. El consistorio pasaitarra se basaba en una Real Orden de Carlos IV, de 1805, para argumentar que los terrenos de Altza, Herrera, Intxaurrondo y Bidebieta deberían ser de su propiedad.
La reclamación planteada por Pasaia y desestimada por los jueces supondría que 5,5 kilómetros cuadrados de la ciudad, prácticamente el 10% del territorio de Donostia y algo más de 25.000 habitantes, pasara de una localidad a otra.