ALMERÍA, 29 (EUROPA PRESS)
La sentencia, consultada por Europa Press, señala el reconocimiento expreso de los hechos por parte de 17 de los acusados, para quienes la Fiscalía solicitaba hasta siete años y nueve meses de cárcel en función de su grado de participación de los hechos.
Así, el tribunal de la Sección Segunda condena también a penas de siete meses y 15 días y cinco meses de prisión a los dos acusados que rechazaron su participación en los hechos, a quienes se aplicó la atenuante de dilaciones indebidas pero no la de confesión de los hechos, como al resto de acusados.
Uno de estos dos acusados aseguró ante el tribunal que se ganaba la vida como "taxi pirata" pero rechazó que hubiera recogido a personas llegadas en patera mientras que, el segundo de ellos, afirmó que solo recogió en una ocasión a su sobrino en el Aeropuerto de Alicante. No obstante, las intervenciones telefónicas desmienten ambas versiones.
A partir de las investigaciones efectuadas por la Unidad Central de Redes de Inmigración y Falsedades (Ucrif) de la Policía Nacional se logró identificar a los supuestos miembros de este entramado, cuyos 'cabecillas' --condenados a tres años-- eran contactados por personas no identificadas que organizaban los viajes en patera o familiares de los ocupantes de la embarcación para ser recogidos y llevados a distintos puntos de la península a cambio de una determinada suma de dinero.
Las averiguaciones revelaron al menos una treintena de traslados que, principalmente, partían desde las costas del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar previo cobro de hasta 300 euros por persona, en función del destino que pretendieran alcanzar, llegando a embolsarse por uno de estos portes globales hasta 1.400 euros.
Algunos de los acusados se dedicaban "de forma habitual y prolongada en el tiempo" a este cometido. Estos eran quienes realizaban las funciones "más determinantes" al ser los conocedores de cuándo y dónde iba llegar una patera, lo que les permitió organizar todo lo necesario para recoger y trasladar a sus ocupantes hasta sus ciudades de destino.
En un segundo escalón había una serie de colaboradores, algunos habituales y otros que ejercían de forma puntual, los cuales se encargaban de seguir las instrucciones de los primeros para materializar la recepción y traslado de inmigrantes. No obstante, también había implicados que actuaban "de forma independiente" a todos los anteriores.
MODUS OPERANDI
La mayor parte de las operaciones se basaban en la llegada de una patera a las costas nijareñas de San José o Rodalquilar durante la madrugada, cuyos ocupantes habían concertado previamente su recogida y transporte.
Estos migrantes eran trasladados en vehículos particulares hasta Alicante, donde en ocasiones se les dejaba en la estación de autobuses, aunque otros eran desplazados a puntos más cercanos como la propia capital almeriense o los municipios murcianos de Torrepacheco y Callosa de Segura, así como su capital.
También constan la recogida de algunas personas en Cádiz que eran conducidas hasta Almería y transportes hasta ciudades más lejanas, como Tarragona o Barcelona. Para algunos de los transportes se habrían empleado además varios vehículos, mediante la realización de paradas intermedias en la ruta, con la participación de más conductores.
Las viviendas de los principales sospechosos --tres en Almería y una en Alicante-- fueron registradas bajo orden judicial, de modo que en una de ellas se llegó a intervenir más de 18.500 euros procedentes de esta actividad de transporte clandestino y del cobro a inmigrantes.





















