MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
Según el Ministerio Fiscal, en la madrugada del 1 de enero de 2002, los tres acusados integraban un grupo de unas treinta personas que "ocultaban su rostro con capuchas y bufandas", en la localidad vizcaína de Guernica.
"Puestos de común acuerdo previamente, actuando con la finalidad de alterar la tranquilidad de los ciudadanos y para apoyar la actividad desarrollada por la organización terrorista ETA (...) cruzaron contenedores en la vía pública; lanzaron cócteles molotov compuestos por líquidos inflamables, artefactos mixtos explosivos-incendiarios y pirotécnicos; y se enfrentaron a los agentes de la autoridad que acudieron al lugar de los hechos", relató la acusación de la Fiscalía.
Así, como consecuencia de los hechos descritos se causaron daños a diversas sucursales bancarias y vehículos estacionados en las inmediaciones del lugar. Una vez finalizados los incidentes, se intervinieron 29 guantes de latex, un guante de lana, 12 capuchas, cuatro nikis, una chamarra de color azul, 45 cócteles pirotécnicos, ocho cócteles molotov y dos bidones de plástico.
Pese a que Zumbeltz Larrea y a Agustín del Hierro fueron detenidos por la Ertzaintza con posterioridad y admitieron su participación en los hechos acaecidos en Guernica, el Juzgado Central de Instrucción Número 6 acordó el sobreseimiento provisional y el archivo de las actuaciones a petición del fiscal.
NUEVA DENUNCIA DE LA ERTZAINTZA
Sin embargo, en septiembre de 2011 la Ertzaintza presentó nuevo escrito en el que recordaba los sucesos, las evidencias que incriminaban a Zumbeltz Larrea y a Agustín del Hierro, así como formulaba una nueva denuncia contra Adur Arístegui, al haber sido identificado su ADN en una capucha azul. A la vista de dicha denuncia el juzgado reaperturó las diligencias previas que se encontraban sobreseídas, continuando las actuaciones contra los tres acusados.
La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha estimado en su fallo que entre el sobreseimiento acordado respecto a Zumbeltz Larrea y a Agustín del Hierro y la reapertura de actuaciones "no se produjo el conocimiento de ningún nuevo dato no conocido con anterioridad". "De hecho la acusación se funda en datos que ya obraban incorporados a las actuaciones cuando se produjeron" las mismas, ha señalado el tribunal en una sentencia de la que ha sido ponente el magistrado Martínez Lázaro.
Por su parte, Adur Arístegui ha sido absuelto al entender el tribunal que la obtención de ADN del acusado en una de las capuchas empleadas en el ataque" se produjo "sin que su autorización para la práctica de dicha diligencia se realizase con la presencia de su abogado".
"Conviene insistir en la exigencia de asistencia letrada para la obtención de las muestras de saliva u otros fluidos del imputado detenido, cuando éstos sean necesarios para la definición de su perfil genético", ha señalado la sentencia.
