El fallo desestima así un recurso de casación interpuesto por una paciente que se sometió a una intervención estética y acabó con una cicatriz de gran dimensión.
La mujer se hizo una abdominoplastia, operación que consiste en quitar la grasa del abdomen y el exceso de piel y tensar los músculos para remodelar la figura. Pero la paciente tuvo una infección postoperatoria que le dejó una gran cicatriz por lo que demandó al médico al entender que hubo una actitud negligente y una mala praxis.
El Supremo se ha pronunciado a favor del especialista. "La distinción entre obligación de medios y de resultados no es posible mantener en el ejercicio de la actividad médica", apunta la sentencia.