MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
La Sección Primera de la Sala de lo Penal estableció también una indemnización de 300.000 euros para la mujer del fallecido y de 160.000 euros para cada uno de los hijos por el fallecimiento del comandante. Además, la hija que resultó herida deberá ser indemnizada con 92.100 euros por las lesiones sufridas y con otros 250.000 por las secuelas.
Se trata de la primera condena en España para la que fuera jefa de los 'comandos legales' de la banda terrorista, después de que fuera entregada por Francia el otoño pasado. Tiene, además, otras 11 causas pendientes en la Audiencia Nacional.
ESPECIAL PERVERSIDAD
Los jueces de la Audiencia Nacional destacaron en su sentencia la "especial perversidad y falta absoluta de respeto por la vida e integridad de las personas de la acción y de la afectación psíquica e intenso sufrimiento causado a las víctimas".
En su relato de hechos probados, la Sala cuenta cómo Iparraguirre, tras haber formado parte de diversos comandos, en el año 1993 pasó a desempeñar labores de responsabilidad dentro del aparato militar de ETA en Francia y en julio de 1994 pasó a ser responsable de los 'comandos legales', tarea que ejerció hasta 1998.
A partir de 1994, era 'Anboto' la que transmitía a los comandos las órdenes concretas de ETA respecto de los objetivos contra los que había que atentar, daba instrucciones sobre la forma en la que debían perpetrarse las acciones, les facilitaba el material necesario --explosivos y armas-- y les daba las instrucciones de fabricación y de su utilización, además de suministrarles los fondos necesarios para su actividad.
La sentencia da por probado que una de las acciones señaladas por ETA y cuya orden de ejecución transmitió Iparraguirre al etarra encargado de perpetrarla fue el asesinato del comandante Cortizo, entonces destinado en León. Según los magistrados, 'Anboto' ordenó ejecutar la muerte de dicho militar a Sergio Polo, alias 'Lur', que en aquella época constituía él solo un 'comando legal'.
Para llevar a cabo el atentado, indica la sentencia, la acusada entregó a Polo el material para elaborar los artefactos explosivos, entre ellos los necesarios para la fabricación de una bomba lapa, "dándole instrucciones precisas sobre la ejecución del atentado, la fabricación, el transporte y la colocación del artefacto explosivo, tendentes a asegurar el resultado y evitar riesgos para el autor".