MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Mardones afronta una petición de 152 años de cárcel por parte de la Fiscalía, que en su escrito de acusación, recogido por Europa Press, le atribuye los presuntos delitos de asesinato en grado de tentativa, tenencia de armas y explosivos, robo con intimidación, detención ilegal y estragos.
Según el relato fiscal, el 31 de agosto de 2002 Mardones y otros dos integrantes del 'comando Ezkaurre' robaron una furgoneta, colocaron en su zona de carga un artefacto explosivo y la aparcaron en la calle Zamakola.
El objetivo del comando era, señala, "hacerla explosionar al paso de una patrulla de la Ertzaintza, con la finalidad de causar la muerte de los seis ocupantes de la misma".
Los exetarras, que tenían conocimientos en explosivos, sabían que la patrulla --formada por seis agentes de la policía vasca-- pasaría por ese punto para acceder a un lugar al que iban habitualmente para realizar labores de custodia, añade el fiscal.
Fue Mardones quien activó el mando a distancia para detonar el explosivo, pero no llegó a estallar "gracias al uso de los inhibidores por parte de la patrulla de la Ertzaintza, debidamente advertida de la previa sustracción de la furgoneta, lo que anuló por completo la señal emitida por el radio mando".
Se sienta en solitario en el banquillo porque uno de los miembros del comando falleció en otro atentado contra otra patrulla en septiembre de 2003, y por el que Mardones fue condenado a 74 años de cárcel, mientras que el tercer integrante fue procesado pero posteriormente se le archivó la causa por prescripción.