La Audiencia de Guipúzcoa ha condenado a cuatro de los 15 guardias civiles que estaban acusados de torturar a los etarras Igor Portu y Mattin Sarasola, autores del atentado contra la T-4 de Barajas. La sentencia, que acaba de hacerse pública tras ser comunicada a las partes, establece un total de once años de cárcel para los agentes que practicaron la detención. Los otros 11 han sido absueltos. Es la primera condena que se impone a agentes de la autoridad por maltrato a detenidos en muchos años.
En concreto, el fallo fija la condena más elevada, de cuatro años y medio de prisión, para el sargento Casas, a quien acusa de torturas graves y lesiones. El tribunal territorial considera probado que, tras la detención de los terroristas, el sargento y los otros agentes condenados insultaron a Portu y Sarasola antes de amenazar con matarles y golpearles en la cara y la cabeza.
A Sarasola, en concreto, le colocaron una pistola en la sien, le dijeron que le iban a hacer como a Mikel Zabalza, le empujaron, le tiraron cuesta abajo y, cuando estaba en el suelo, le endilgaron una serie de patadas en los costados y en las piernas, así como un elenco de puñetazos por todo el cuerpo, llegando a colocarle una bota del pie en la cabeza. A Portu le propinaron patadas en las extremidades inferiores, puñetazos en el vientre y otro golpe, de gran intensidad, a la altura de la parte inferior de la octava costilla. Además, en repetidas ocasiones, le introdujeron la cabeza en un río cercano y le hicieron tragar agua.
La sentencia considera que el hecho de que Portu y Sarasola hayan sido condenados por su pertenencia a la banda terrorista ETA así como por la comisión de gravísimos delitos de terrorismo no conlleva privar de toda fiabilidad probatoria a la información que de los mismos provenga. Y apunta no ha quedado acreditado que, en este caso, su relato sea una fábula o invención realizada con la única finalidad de deslegitimar a la Guardia Civil como institución y a los guardias civiles en concreto que han resultado denunciados.
La sentencia refleja las conclusiones del juicio que contra los guardias civiles celebrado en octubre, tras las denuncias de malos tratos presentadas por ambos terroristas. Los etarras tienen pendiente una condena de 1.040 años de cárcel cada uno por el atentado de Barajas, que costó la vida a dos personas. Hoy se cumplen cuatro años de la colocación de la bomba. Portu y Sarasola fueron detenidos en Mondragón en una operación policial en enero de 2008.