La Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales determina el cuerpo básico de garantías y responsabilidades preciso para establecer un adecuado nivel de protección de la salud de los trabajadores frente a los riesgos derivados de las condiciones de trabajo.
En base a esto, las normas de desarrollo reglamentario deben fijar las medidas mínimas que deben adoptarse para la adecuada protección de los trabajadores entre las que se encuentran las destinadas a garantizar la protección de los trabajadores contra los riesgos derivados de atmósferas explosivas en el lugar de trabajo.
Así, el Real Decreto 681/2003 establece las disposiciones mínimas para la protección de la salud y seguridad de los trabajadores que pudieran verse expuestos a riesgos derivados de atmósferas explosivas en el lugar de trabajo.
La finalidad de esta norma es llevar a cabo la transposición al ordenamiento jurídico español de la Directiva 1999/92/CE, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 16 de diciembre de 1999, relativa a las disposiciones mínimas para la mejora de la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores expuestos a los riesgos derivados de atmósferas explosivas.
El contenido del Real Decreto 681/2003 establece las obligaciones del empresario en materia de prevención, tales como la adopción de medidas para prevenir las explosiones y protección contra las mismas.
La Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de prevención de riesgos laborales puede consultarse en el Libro Séptimo del Repertorio de Legislación Vigente de Iustel.