MADRID 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
Según ha informado el ICAM en un comunicado, el acto, al que han acudido cerca de un millar personas, ha tenido como colofón la entrega de las Medallas de Honor a tres figuras de referencia en el ámbito jurídico e institucional: el decano emérito del ICAB, Jesús Sánchez, la senadora Yolanda Ibarrola y el jurista y académico Manuel Pizarro.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha sido el encargado de inaugurar el acto con unas palabras de reconocimiento a los más de 400 profesionales homenajeados y a los cerca de 76.000 integrantes del Colegio de Madrid por contribuir con el ejercicio de su función "a la vertebración del Estado de derecho".
El Colegio fue fundado en 1596 cuando 93 letrados hicieron profesión de fe bajo tres principios fundamentales: "el servicio y la lealtad al cliente y a la justicia, la defensa de los pobres --mediante lo que entonces se denominaba el turno de rueda-- y el socorro a los compañeros y sus familias". Unos principios que, según ha destacado Almeida, "siguen enteramente vigentes, 429 años después, y que son la columna vertebral del ejercicio del Derecho y de la capacidad de servir a la sociedad desde la defensa de la justicia".
MEDALLAS DE HONOR
La entrega de medallas de honor comenzó con el reconocimiento al decano emérito del Ilustre Colegio de la Abogacía de Barcelona, Jesús M. Sánchez García, un "referente humano y jurídico", en palabras del decano del ICAM, Eugenio Ribón, encargado de la laudatio.
Con este reconocimiento, el Colegio madrileño ha querido destacar una trayectoria marcada por la integridad, la independencia, la vocación de servicio y la lealtad institucional. En ese sentido, Ribón recordó el papel esencial que Sánchez ha desempeñado en momentos delicados para la profesión, y puso en valor su defensa serena pero firme del Estado de derecho y de la unidad del sistema jurídico, especialmente durante su etapa como secretario del ICAB.
"Nunca buscó protagonismo, pero siempre asumió el deber de servir", ha afirmado Ribón, quien también puso en valor la generosidad institucional de Sánchez, su firme compromiso con la cohesión colegial y su liderazgo basado en el ejemplo y en la renuncia consciente al poder cuando correspondía dar espacio a los demás.
La segunda Medalla de Honor de la tarde fue concedida a Manuel Pizarro, cuya trayectoria, que abarca la administración pública, la empresa, la política y la academia, ha mantenido siempre un mismo hilo conductor: "la vocación de servir, el amor a la justicia y la fe inquebrantable en la palabra".
"Porque sin la palabra no hay Derecho, ni memoria, ni transmisión del saber. Sin la palabra no hay promesa, y sin promesa no hay concordia, ni pacto, ni justicia posible", ha destacado el secretario de la Junta de Gobierno del ICAM, José Ignacio Monedero, encargado de leer la laudatio.
Con esta distinción, la corporación madrileña reconoce una carrera guiada por la ética y por una idea del Derecho no limitada a la técnica, sino entendida como responsabilidad con el bien común. "En la Administración Pública encarnó el sentido del deber. En la política, el del diálogo y la altura de miras. En el mundo empresarial y financiero, demostró que la prudencia es la forma más sabia de audacia. Y en la Academia de Jurisprudencia y Legislación hizo de la ciencia del Derecho un altar", ha recordado Monedero.
Por último, el Colegio madrileño hizo entrega de su Medalla de Honor a Yolanda Ibarrola de la Fuente, diputada autonómica en la Asamblea de Madrid, senadora y presidenta de la Comisión de Justicia de la Cámara Alta, en reconocimiento a una trayectoria que ha abarcado la abogacía, la gestión pública y la política institucional, "siempre con un compromiso firme hacia el Estado de derecho".
La vicedecana del ICAM, Isabel Winkels, fue la encargada de pronunciar la laudatio, en la que destacó tanto el papel de Ibarrola en la vida colegial como su contribución a la modernización de la justicia madrileña desde distintos cargos en la Comunidad de Madrid: viceconsejera, directora general y consejera de Justicia en distintas etapas.
La distinción reconoce especialmente su capacidad para liderar reformas estructurales y fortalecer las instituciones públicas desde una visión jurídica profunda. También, su permanente vinculación con la abogacía madrileña y su defensa de los intereses de la profesión desde todos los ámbitos en los que ha ejercido. Para Winkels, Yolanda Ibarrola representa "un ejemplo de compromiso con la Justicia en todas sus dimensiones, como abogada, como gestora pública y como responsable política".
El decano del ICAM ha sido el encargado de clausurar el acto con una reflexión sobre el valor del compromiso profesional de la abogacía: "Lo que mantiene en pie a una comunidad no es solo la existencia de normas, sino la voluntad activa de protegerlas, Ser abogado no es solo ejercer un oficio: es asumir una responsabilidad pública".
"Vuestra labor importa. Importa cada cliente atendido, cada derecho defendido, cada paso dado para evitar que un conflicto se convierta en una fractura social", ha añadido.