SANTANDER, 25 (EUROPA PRESS)
En una sentencia notificada este jueves, la magistrada presidenta del jurado le prohíbe además acercarse y comunicar con su expareja durante un periodo de tres años, y le impone el pago de una indemnización de 500 euros por la intromisión ilegítima y el daño moral causado a la mujer.
El hombre es autor de un delito de allanamiento de morada, con la concurrencia de la agravante de parentesco, y de otro de quebrantamiento de condena, con la agravante de reincidencia porque ha sido condenado por este delito en otras ocasiones.
En ambos casos, dado que estaba afectado por el consumo de alcohol, se le aplica la circunstancia atenuante de la responsabilidad penal de embriaguez.
La sentencia considera acreditado, con la conformidad expresa del acusado, que tres meses antes de los hechos enjuiciados fue condenado por maltrato e injurias hacia su expareja y tenía vigente una pena de alejamiento y prohibición de comunicación con ella durante un año y cuatro meses.
Pese a ello, en agosto de 2023 trepó hasta el balcón de la vivienda de la mujer y accedió al mismo, "con pleno conocimiento" de la prohibición impuesta por el juez, con "clara voluntad" de incumplirla y pese a que ella nunca dio su consentimiento. Allí permaneció hasta que llegaron agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
