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Por desórdenes públicos y lesiones

La Fiscalía mantiene la petición de 2 años y 8 meses de cárcel para los activistas que entraron a la central de Cofrentes

12/12/2014
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Las acusaciones se suman al ministerio público mientras que las defensas piden la absolución y dicen que no hubo dolo ni agresiones

VALENCIA, 7 (EUROPA PRESS)

La Fiscalía ha mantenido este jueves la pena de dos años y ocho meses de prisión y de multas que ascienden hasta 4.800 euros por los delitos de desórdenes públicos, lesiones, daños y faltas de lesiones para los 17 acusados --16 socios y simpatizantes de Greenpeace y un fotoperiodista-- por entrar en febrero de 2011 a la central nuclear de Cofrentes (Valencia) para realizar una protesta contra la energía nuclear.

Así lo ha manifestado la representante del ministerio público en la quinta y última sesión del juicio celebrado desde el pasado jueves en el juzgado de lo Penal número 11 de Valencia, en la que todas las partes han dado a conocer sus conclusiones.

Igualmente, por vía de responsabilidad civil reclama que los acusados indemnicen conjunta y solidariamente a Iberdrola con 29.012,33 euros --en esa cantidad se tasaron pericialmente los daños en la central-- y que abonen distintas cantidades, entre 91,38 euros y 1.214,08 euros, por las lesiones provocadas a los vigilantes de seguridad de la central. La empresa eléctrica reclama 221.781,14 euros.

Los abogados de la defensa, el representante de Iberdrola y el de los vigilantes, se han adherido a la petición de la fiscal, han considerado "acreditados" los hechos y han solicitado un fallo condenatorio, dado que "una sentencia absolutoria supondría dejar margen abierto a otras personas para cometer hechos similares" como la protesta que se hizo en la central nuclear, propiedad de Iberdrola. Así, el abogado de la compañía eléctrica ha pedido que "no traslade la imagen" de que esas actuaciones son "gratis".

En cuanto a los desórdenes públicos que consideran que provocó la entrada de los activistas en la central de Cofrentes, la Fiscalía y las dos acusaciones ha indicado que fue así porque se registraron "daños en la propiedad, lesiones a personas, bloqueo de la central y acceso a una propiedad privada" que además es una instalación "peculiar y sensible".

Igualmente, han estimado que se dio "una alteración de la paz social" porque unos 600 trabajadores de la central tuvieron que quedar "concentrados", sin desarrollar su labor y sin poder salir de su puesto de trabajo; por la activación del plan de emergencia y por la movilización de 200 agentes de la autoridad.

Asimismo, han determinado que hubo "dolo", tanto "directo" como "eventual", en la intervención de los activistas que llevaron a cabo una "actuación en grupo" que "no fue espontánea" y sí "perfectamente organizada" --los acusados declararon no estar organizados, no conocerse entre sí, haber llegado a la central con sus propios medios y actuar sobre la marcha--, por lo que defienden que fueron "todos cooperadores necesarios" y que hay una "imputación recíproca".

La fiscal ha destacado que se produjo una "invasión" en esta instalación y que los procesados entraron "en una propiedad privada" a través de agujeros que hicieron en las vallas --con herramientas como radiales cuyo uso ha dado como "constatado"-- sin "desistir de su acción", como han dicho también las defensas.

"HACIENDO SU TRABAJO"

En cuanto al fotoperiodista, la representante del ministerio público, que ha señalado que la actuación de los vigilantes fue "adecuada" y "correcta", ha afirmado que no hay diferencia con el resto de acusados, ya que accedió al recinto "por el mismo medio que los demás", anteponiendo "el interés de la noticia". Los defensores han dicho que este profesional "no ha hecho nada" y que "estaba haciendo su trabajo", en ejercicio del "derecho a la información", así como que no se puso mono y cascos como quienes protestaban

La Fiscalía, por otro lado, fija como responsable civil subsidiario a Greenpeace España y considera que tuvo relación con los hechos por los monos y cascos que usaron los activistas, con "anagramas" de esta organización, por la pancarta con su logo que se desplegó en una de las torres de refrigeración, por imágenes "de activistas con carteles" de esta entidad, por la presencia de un vehículo de su propiedad en las inmediaciones de la central y por la llamada de un cargo de Greenpeace al Consejo de Seguridad Nuclear para alertar de la presencia de activistas suyos.

En este punto, el abogado de la compañía eléctrica y el de los vigilantes ha subrayado también, con los mismos argumentos, la "relación de Greenpeace con los hechos" que se juzgan. "Hay indicios suficientes de que esta actuación fue organizada, orquestada y preparada por la organización Greenpeace, poniendo recursos materiales y económicos a disposición de los que entraron", ha dicho el primero.

"A TÍTULO PERSONAL"

Por otro lado, los abogados de la defensa, representantes de la organización ecologista, de los activistas y del fotoperiodista, han pedido una sentencia absolutoria y han estimado "desmesurada" la responsabilidad civil reclamada. Así, han manifestado que los hechos que se juzgan "no son constitutivos de los delitos que se señalan", como el de desórdenes públicos, y han preguntado "qué paz pública quedó alterada". Además, han apuntado que quienes protestaron acudieron a Cofrentes "a título personal, con sus propios medios", que "nadie" los dirigió, que no estaban organizados y que "en ningún momento pretendían desestabilizar la central".

Las defensas han resaltado que en la movilización había más personas que los 17 acusados, hasta 30, así como más vigilantes y más guardias civiles que los que declararon como testigos. Igualmente, han subrayado que ha quedado constatada la "deficiente seguridad" de la central nuclear de Cofrentes. Uno de los abogados ha lamentado el "cúmulo de contradicciones" en las declaraciones de los vigilantes que acudieron como testigos y ha asegurado, como el resto, que los procesados no tenían actitud agresiva. Han agregado que no está acreditado que los acusados hicieron los agujeros en las vallas y que llevaran herramientas.

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