La sentencia admite el recurso interpuesto por un paciente del hospital Arnau de Vilanova de Lleida que, siguiendo la doctrina de los testigos, considera que la Biblia censura las transfusiones.
Los médicos recibido autorización judicial, pero ahora la Audiencia prima la libertad individual del paciente. "Aunque ha de resultar difícil para los médicos mantener una actitud pasiva que, a la postre, pueda desembocar en la muerte del paciente", se debe respetar su voluntad, precisa la sentencia.
El afectado recibió la transfusión, pero recurrió la sentencia. La Audiencia entiende que la jurisprudencia ha avanzado hacia un mayor respeto a las decisiones del paciente.