Estos cambios fueron recurridos por el sindicato Confederación General de Trabajadores al entender que se trataba de una modificación sustancial de las condiciones de trabajo y que, por tanto, no podía ser impuesta de manera unilateral por la dirección.
Los servicios jurídicos de Renault estudian en estos momentos el fallo judicial para valorar la posible presentación de un recurso ante el Tribunal Supremo.