La actuación conforme a las propias creencias y el respeto en el ejercicio de las ajenas es edificar sólidamente nuestro sistema de convivencia. Tal compleja realidad, elemento informativo para los medios de comunicación, el Profesor Seglers logró hacerla asequible desde el punto de vista jurídico, acercando las legislaciones extranjeras y nacionales a todos los colectivos. Los propios grupos religiosos han participado en numerosos foros y reuniones organizadas por él, exponiendo sus aspiraciones y problemas en la búsqueda de soluciones jurídicas y vías de acuerdo a las que no fueron ajenos los Ayuntamientos y grupos políticos con los que participó activamente, haciendo posible que el fenómeno religioso, sin ocultismo ni confrontaciones, formara parte de la convivencia y del compromiso de compartir un mismo espacio social y unos mismos valores, construyendo Cataluña, España y Europa, donde estuvo presente en numerosos foros científicos.
En este sentido, el Profesor Seglers mostró un denodado empeño en hacer de la Universidad -especialmente de la suya, la Autónoma de Barcelona- un lugar de encuentro de profesionales y no profesionales relacionados con el fenómeno religioso, para el debate y la reflexión sobre la convivencia de las diferentes religiones en el espacio público.
Todo ello no podría haber sido construido sin la existencia de un bagaje de sólidos principios personales, así como desde el cariño y respeto a cualquier otra persona, aunque no pensara como él. Esa lección, ese seny que le caracterizaba, es su mejor e impagable legado, forma de ser personal y profesional que nos ha dejado, justificación de todo profesor universitario.
Tras sus siete monografías y más de medio centenar de trabajos publicados en revistas científicas hay un Profesor con mayúsculas, con vocación acreditada y reconocida por compañeros y alumnos: sus colegas, contagiados de la pasión que imprimía Alex a todos sus proyectos e iniciativas; sus alumnos, abarrotando las aulas para escuchar su exigente y entregada docencia.
Y por encima de todo, la dignidad -hasta el último momento- y entereza, el afecto y la amistad sin condiciones que dispensó a todos los que le conocimos, ha sido -y será- nuestro mejor recuerdo.
En nombre de todos tus compañeros y amigos, los que tuvimos el privilegio de estar más cerca de ti, Àlex, te tendremos siempre con nosotros. Seguiremos tu ejemplo.
Profesores Pedro A. Perlado (UAB), Ricardo García (UAM) e Iván Jiménez-Aybar (UAB).