Aunque el Partido Socialista apoya el texto presentado al Parlamento por el Gobierno, advirtió que el acuerdo alcanzado en torno a esta reforma no significa un apoyo a la política migratoria del Ejecutivo.
Uno de los objetivos de esta reforma, que se votará el 2 de octubre en el Pleno del Congreso, es la lucha contra la inmigración irregular, para lo cual el Ministerio de Interior ha diseñado una serie de medidas que van en la misma dirección que las políticas de los países de la Unión Europea.
Entre ellas, la reforma flexibiliza el régimen de expulsión, refuerza las sanciones para los traficantes de seres humanos y favorece la llegada ordenada de inmigrantes vinculándola al empleo.
El visado será el único documento que permita entrar y trabajar en España. Se establecen varios tipos de visados, pero uno de los más novedosos es el de búsqueda de empleo que permitirá al inmigrante permanecer en nuestro país tres meses hasta lograr un trabajo.
Esta medida ya se venía aplicando aunque sólo para determinados sectores, como el servicio doméstico. A partir de la aplicación de la reforma, que se prevé para el próximo mes de enero, la propuesta socialista de incluirla en el texto legal permitirá su generalización.
El Partido Socialista dio su apoyo al texto el día 11 de septiembre tras admitir el Ejecutivo veinticuatro enmiendas, cuatro de ellas transaccionales.