MADRID, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los magistrados explican en su sentencia que Samsam, juzgado en España tras su detención el 30 de junio de 2017 en Estepona (Málaga), combatió en las filas de organizaciones armadas precursoras del que, a partir del año 2014 se denominó Estado Islámico. En Siria coincidió con su hermano que posteriormente fue asesinado en Dinamarca.
El tribunal que preside la magistrada Ángela Murillo concluye que pese a su regreso, Samsam siguió manteniendo contacto con otros miembros del Daesh en Siria y considera probado que creó perfiles en redes sociales como Facebook o Youtube donde hizo proselitismo de los postulados de esta organización terrorista.
De esta manera los magistrados le imponen los mismos años de prisión que pedía para él la fiscal del caso, María Antonia Sanz, que al final de la vista oral celebrada el pasado mes de junio, elevó su petición de siete a ocho años de cárcel alegando que no había visto "nunca" una integración en organización terrorista "más clara y más activa" que la suya.
El acusado, por su parte, negó todos los hechos, dijo que no se trasladó a España para comprar armamento y que viajó a Siria para luchar contra el régimen del presidente Bashar al Assad como muchos otros jóvenes pero en ningún caso a favor del Estado Islámico.
COMPRA DE ARMAS Y CONOCIMIENTO DE SU USO
El tribunal no da por válida su versión y sentencia que coadyudaba "de forma activa y regular" en la financiación de actividades vinculadas al Daesh, como la compra de armas, y que además había adquirido una "sólida formación" en su uso. Con el fin de asegurarse la correcta remisión de los fondos, recurría a dos "hawaladares" (receptores de dinero) afincados en Siria.
Como muestra de su actividad, los magistrados relatan cómo en septiembre de 2012, con solo 22 años, el acusado viajó a Siria, donde regresó en 2013 y 2014. Allí participó en batallas consideradas "cruciales" por la propia organización terrorista, entre ellas la toma del aeropuerto de la ciudad de Raqqa, en agosto de 2014.
Sobre este punto, la Sala no considera probado que Samsam viajara a Siria para combatir contra Al Assad desde las filas de una de las formaciones pertenecientes al Ejército de Liberación Nacional Sirio. Tampoco encontraron entre el material audiovisual hallado entre sus pertenencias vestigio alguno de una supuesta adscripción del acusado a otra organización que no fuera el Daesh.
ACTIVO EN LAS REDES SOCIALES
El acusado aprovechó sus perfiles de redes sociales para publicar mensajes como 'Me duele el corazón. Que Allah nos guíe', junto con un vídeo apocalíptico titulado en inglés 'signs of the last day' (Señales del último día). También vertió amenazas contra otros internautas as los que acusaba de haberle difamado, diciendo que los ejecutaría al modo y manera característicos de Daesh, mencionando de forma específica que los decapitaría.
En su teléfono móvil, incautado tras su detención, los investigadores hallaron más de 5.500 vídeos y abundantes imágenes entre las que destacaban chalecos antibalas y lugares donde adquirir efectos militares. Además identificaron un total de 143 conversaciones de whatsapp entre las que se detectaron personas próximas al Estado Islámico, el crimen organizado y la delincuencia común.