MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
En la sentencia, los magistrados consideran probado que Mahdjoub difundió abundante material violento a través sus perfiles de Facebook y Twitter, la mayor parte de lo cual fue bloqueado por su contenido radical. Según los investigadores, en uno de sus dispositivos móviles tenía más de 8.000 imágenes sobre adoctrinamiento de futuros combatientes para instaurar el califato islámico.
Según explica la Sala, "los vídeos y mensajes en poder del acusado van más allá de la información sobre el terrorismo", y es que difundió por las redes sociales --a través de perfiles que iba abriendo según le cerraban el anterior-- "las ideas que animan la actuación" del grupo terrorista Estado Islámico y "en el año 2016 juró fidelidad a Abu Bark Al Baghdadi", el proclamado califa de esta organización.
ALTO NIVEL DE SEGURIDAD PARA NO SER DESCUBIERTO
En la sentencia, el tribunal también destaca que, con el objetivo de no ser descubierto, Mahdjoub "buscó un alto nivel de seguridad", como así lo demuestran la gran cantidad de dispositivos informáticos, tecnológicos y telefónicos que se le intervinieron y que "ponen de relieve las precauciones tomadas".
Los investigadores también comprobaron que el acusado se conectaba a internet a través de distintas redes Wi-Fi, pero que no tenía ninguna línea de conexión en su domicilio, por lo que usaba un amplificador para 'hackear' y tener acceso a las claves de dichas redes.
En sus publicaciones, Mahdjoub hacía llamamiento a la comisión de actos terroristas llegando a difundir una foto acompañada de una leyenda, en árabe, que rezaba que hay que quemar a los infieles y degollar a los politeístas. También instaba a los musulmanes a hacer la guerra asegurando que su muerte durante la batalla "les abrirá las puertas al paraíso".
Aunque el acusado negó los hechos durante el juicio y aseguró que en su casa entraban muchas personas que podían haber mandado los mensajes, el tribunal no le cree después de las vigilancias y seguimientos a los que fue sometido por los investigadores. Además, su pareja declaró que se veían cada dos días y que en el domicilio no había nadie.