MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
Se les consideró autores de un delito continuado de falsedad en documento mercantil en concurso con el de malversación de caudales públicos.
Inicialmente, un jurado popular les declaró culpables en noviembre de 2012 por aprovechar sus cargos en la Universidad para destinar dinero de la institución académica a sus fines particulares.
Posteriormente, en marzo del pasado año, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ratificó que los condenados en primera instancia, que eran pareja de hecho, puestos "de común acuerdo", malversaron fondos de la Universidad del País Vasco con ánimo de lucro y falsificaron facturas para justificar esos ingresos.