VALLADOLID, 18 (EUROPA PRESS)
El acusado de violar en 2009 a una mujer en Medina del Campo (Valladolid) para cobrarse así una deuda que el marido de ésta mantenía con él ha alegado hoy, durante el juicio que ha quedado visto para sentencia en la Audiencia vallisoletana, que fue precisamente la víctima la que le propuso esa fórmula para dar así por zanjada la disputa económica existente entre ambos varones.
En su declaración, el presunto violador, S.F.L, natural de Cartagena (Murcia) y residente en Valladolid, ha reconocido haber mantenido relaciones sexuales con la supuesta víctima, de nacionalidad colombiana, si bien en su descargo ha insistido en que el día de autos, cuando se personó en el taller y amenazó a la mujer con presentar denuncia contra el marido por la deuda de 1.800 euros correspondientes a una obra en un chalé de la urbanización Entrepinos de Simancas que no habían sido realizadas, fue la denunciante la que comenzó a ponerse "melosa" y le respondió que había otras formas de solucionar el problema, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
Fue entonces cuando el S.F.L, que ya daba por perdida dicha cantidad, aceptó el canje de la deuda por contacto carnal con la esposa de su deudor, con lo que la relación sexual, según sostiene, se llevó a término con el total beneplácito de la mujer del carpintero, versión que choca frontalmente con la de la aludida, quien en el juicio, sin poder contener el llanto, ratificó punto por punto la denuncia presentada en su día, según la cual el 26 de junio de 2009 el procesado llamó al taller para cerciorarse de que se hallaba sola, se presentó entonces en las instalaciones y, tras espetarle la frase "¡tú veras, si te follo ya está saldada la deuda", la obligó a bajarse los pantalones, le lamió los genitales, la forzó a que le hiciera una felación y la penetró vaginalmente bajo amenazas de matarla a ella y sus hijos si gritaba o se movía.
Las pruebas realizadas por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, correspondientes al semen hallado en las prendas íntimas y cuerpo de la víctima, determinan la existencia de un perfil genético procedente de dos personas y compatible con una mezcla de restos celulares de la agredida y de su supuesto agresor, cuestión que, sin embargo, no desmontaría el alegato de este último puesto que reconoce que hubo sexo entre ambos.
Completada las pruebas testifical y pericial, la Fiscalía de Valladolid mantuvo su petición de siete años y medio de prisión por un delito de agresión sexual, junto con la prohibición del acusado de aproximarse a una distancia inferior a 500 metros de la víctima y a comunicarse con ella por cualquier medio, incluido el telemático y telefónico, durante el tiempo de la condena, así como el pago de una indemnización de 6.000 euros por daños morales, mientras que la defensa solicitó un fallo absolutorio basado en que la relación entre ambos fue consentida e incluso propuesta y alentada por la supuesta víctima.
