MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
La cúpula de la coalición Bildu en Navarra ha respaldado al alcalde de Leitza, Oier Eizmendi, antes de su declaración en la Audiencia Nacional como imputado por un delito de enaltecimiento del terrorismo y ha denunciado, en palabras de su portavoz en la comunidad foral, Maiorga Ramírez, que este tipo de procesos "no hacen sino ensombrecer y poner palos en las ruedas de un proceso" que, a su juicio, "es irreversible".
Ramírez, presidente de Eusko Alkartasuna (EA) en Navarra, y la también diputada Aitziber Sarasola se han desplazado hasta la sede del tribunal junto a una veintena de cargos y simpatizantes de la coalición para acompañar a Eizmendi, que declara ante el juez Pablo Ruz por los actos de apoyo a ETA que presuntamente se cometieron el pasado 10 de agosto, durante el chupinazo que dio inicio a las fiestas patronales de San Tiburcio.
"Se trata de imputaciones que no tienen ni pies de cabeza, que son de chiste y que tendrían gracia si no fuese porque tres ciudadanos de Euskal Herria navarros tienen que comparecer aquí para declarar ante una acusación que tiene enorme gravedad y que es fruto de un montaje", ha asegurado.
PRÓXIMO JUICIO
Ramírez, no obstante, ha eludido responder si algún representante de Bildu acudirá al juicio por el asesinato en 2001 del concejal de UPN en Leitza, José Javier Múgica, que se celebrará los próximos días 2, 3 y 4 de noviembre en la Audiencia Nacional y ha insistido en que "en este momento estamos ante una acusación que no tiene ni pies ni cabeza y está basada en montajes periodísticos". "Eso es lo que está sucediendo hoy en la Audiencia Nacional y lo que queremos denunciar", ha afirmado.
En este sentido, ha defendido que tanto Eizmendi, imputado por incluir en el programa de fiestas un brindis a los presos etarras, como las otras dos encausadas, María Lourdes Juantorena Baleztena y Saioa Iraola Urkiola, que aparecieron en el balcón del Ayuntamiento luciendo sendas camisetas con la imagen de la presa etarra Jone Lozano, "estuvieron legítimamente ese día celebrando las fiestas".
De igual modo, ha realizado un "emplazamiento" al Gobierno de Navarra y a las instituciones del Estado para pedirles que "estén a la altura de las circunstancias" para que "este tipo de episodios y falsas imputaciones sean cosa del pasado" y apuesten por "un escenario de normalización y pacificación política".
CINCO ENCAPUCHADOS
Los agentes de la Policía Foral que investigaron los hechos no pudieron identificar a los cinco encapuchados que salieron al balcón del Ayuntamiento unos minutos antes del chupinazo para exhibir dos pancartas en las que aparecían las fotografías de seis presos etarras y se reclamaba su traslado a cárceles próximas al País Vasco.
Otras dos personas que ocultaban su rostro colgaron también una pancarta con un mapa de Euskal Herria. Además, se celebró una manifestación con el lema 'Euskal preso eta iheslariak etxera' (Presos vascos y huídos a casa). Ante todos estos hechos, la Fiscalía solicita que se tome declaración a "cuantas personas se identifique como partícipes en tales hechos".