Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la Audiencia ha aplicado en el caso de las agresiones sexuales el principio 'in dubio pro reo', debido a que no puede llegar a alcanzar una convicción firme en su labor de evaluar críticamente la prueba practicada para declarar la existencia del hecho punible.
El Tribunal considera probado, no obstante, que entre julio y agosto de 2004, el acusado, simulando pertenecer a una organización internacional y dedicarse al blanqueo de dinero, contactó con el también acusado O.R.A.M. y con los también acusados R.F.C. y A.R.G., de los cuales consiguió dinero para sufragar los gastos de la operación de blanqueo que aseveraba tener entre manos.
Asimismo, considera probado que éstos últimos acusados le presentaron a alguna chica "de buena presencia", así como a S.G.P., para "inmediatamente después" separarse del grupo que se formó --por haber sufrido un accidente un familiar--, "sin volver a tener contacto alguno con ellos".
Según el Tribunal, moviéndose por las localidades de Menasalvas, Navaermosa, Ocaña y Polán, además de algunos desplazamientos a Madrid, el acusado, al que acompañaba O.R.A.M., comenzó a formar un grupo de jóvenes, en el que además de S.G.P. se fueron integrando seis más, una de ellas de 17 años.
A todas ellas las propuso participar en el negocio pidiéndolas dinero a cambio de entregarles varios millones de las antiguas pesetas, causa por la cual se desplazaban a hoteles de Madrid a la espera de la materialización de alguna operación "que nunca se llegó a realizar", según el tribunal.
Aclara igualmente la sentencia que dentro de la forma de actuar del acusado, las jóvenes aceptaban "voluntariamente" que, cuando pernoctaban en Madrid, o en los domicilios de ellas en que lo hicieran, habrían de acostarse desnudas en la cama junto a I.L.M. para justificar, si se presentaba la Policía, que eran pareja.
Además, la sentencia señala que en el mismo periodo, el acusado, conocedor de que una de las chicas le debía 500 euros a S.G.P., le exigió a esta última que se lo reclamara llegando incluso a ir a la casa de los abuelos de esta chica para exigir que se lo entregara sin conseguirlo.
Como fuera que no lo consiguió, el Tribunal considera que el acusado amenazó a esta chica con quemar la casa de sus abuelos de no saldar la deuda, consiguiendo que esta chica le entregara 300 euros, aunque I.L.M persistió en exigirle lo que le faltaba, lo que la víctima hizo al día siguiente.
La Audiencia Provincial también ha absuelto a O.R.A.M., R.F.C. y A.R.G, de los delitos de amenazas de los que venían siendo acusados cada uno por el Ministerio Público. Fuente: Europa Press
