Sala habló de la trascendencia del fallo porque estaban en juego derechos fundamentales y libertades públicas básicas, y rechazó las críticas aisladas que no atiendan a los argumentos jurídicos de la sentencia.
El presidente del Constitucional recordó que en 30 años de existencia del alto tribunal solo ha habido tres o cuatro sentencias en las que ha habido una diferencia de opinión con el Supremo, por lo que rechazó de plano que haya una crisis institucional entre ambos tribunales después de que el primero revocara el fallo del segundo que impedía a Bildu estar en los comicios.
Sala quiso puntualizar, eso sí, que en las sentencias no siempre se puede llegar a la unanimidad y recordó que siete magistrados del Supremo mostraron su discrepancia con el criterio de la mayoría.
Afirmo que los magistrados tienen ideología, faltaría más, se trata de un derecho fundamental, pero nunca dependencia partidaria, para reprochar que, en ocasiones, lo que recibe el ciudadano es que el Constitucional está compuesto por sectores de obediencia partidaria, y esto no es así.