La Audiencia considera que la madre "dejó a su suerte" a una menor de 16 años "con el grave peligro que ello conlleva", tanto de carácter físico como psíquico, y de formación moral básica para poder afrontar la vida con garantías de responsabilidad frente a futuras obligaciones personales.
"Y ello con la simple justificación de preferir vivir con su compañero sentimental, al que prefiere sobre su hija menor. Francamente triste, deplorable, desagradable y lastimosa", considera.
Respecto al delito de detención, el tribunal afirma que no ha quedado probado el encierro que denunció la menor en sus declaraciones durante la instrucción de la causa, en las que aseguró que su madre le había dejado encerrada durante cuatro días en el piso de Valencia, hasta que su hermano fue, cambió la cerradura y pudo sacarla de allí. La joven modificó su versión en el juicio y su hermano se negó a declarar, con lo que había pruebas.