Entre los cesantes que se da por seguro que no serán renovados figuran Carlos Jiménez Villarejo, máximo responsable de la Fiscalía Anticorrupción; Mariano Fernández Bermejo, de la Fiscalía de Madrid; y Juan José Martínez Zato, jefe de la Inspección Fiscal.
De los treinta y nueve fiscales jefes que serán cesados, por llevar cinco años o más en el cargo, seis son fiscales de Sala: Carlos Jiménez Villarejo, Juan José Martínez Zato, José Aranda, Juan José Martín-Casallo, Rogelio Gómez Guillamón y Eduardo Fungairiño.
Previsiblemente, los cuatro últimos serán renovados en sus cargos por un nuevo periodo de cinco años. Por su parte, Carlos Jiménez Villarejo se presentará a la reelección, mientras que Juan José Martínez Zato ha pedido una plaza, de nueva creación, como fiscal de Sala de Relaciones Institucionales de la Fiscalía General.
Los otros 33 fiscales jefes que cesan son de diversas Comunidades Autónomas o provincias. Entre ellos está el fiscal jefe de Madrid, Mariano Fernández-Bermejo, que actualmente tiene presentada una querella contra el Ministro de Justicia, José María Michavila, por decir que estaba en rebeldía contra los juicios rápidos.
Los fiscales jefes permanecerán en funciones en sus cargos hasta que se cumplan los trámites necesarios para su renovación, por lo que se prevé que los nuevos integrantes de la cúpula fiscal no accederán a sus puestos hasta septiembre.