El presidente del Gobierno, José María Aznar, y la ministra de Exteriores, Ana Palacio, acuden a la reunión con una reserva fundamental: el reparto de votos en el seno del Consejo de Ministros de la Unión Europea.
No obstante, España no es el único país que tiene reservas frente al Proyecto de Constitución y el Gobierno ha anunciado que luchará por que se respete el principio de equilibrio entre las instituciones en la Unión Europea.
Lo hará a partir del otoño cuando empiece la negociación del texto entre los Gobiernos en la llamada Conferencia Intergubernamental, la cual iniciará sus trabajos en octubre y deberá culminarlos a principios de año.
Entre otras medidas, el Proyecto de Constitución eliminará el turno rotatorio semestral de la presidencia europea por un máximo representante estable, que ocuparía el cargo dos años y medio prorrogable al menos una vez. También habrá un ministro europeo de Exteriores y de un Consejo legislativo.