La actual cúpula de la carrera fiscal permanece invariable en número desde que en 1995 se creara la Fiscalía Anticorrupción y su jefe ostentara la categoría de fiscal de Sala.
Con la nueva composición de la plantilla del Ministerio Fiscal -y tras la entrada en vigor de su nuevo Estatuto, el próximo 26 de junio- la primera categoría quedará compuesta de diecisiete fiscales de Sala, de los que el teniente fiscal del Supremo tiene la consideración de presidente de Sala de ese Tribunal; la segunda categoría tendrá mil ciento treinta y dos fiscales; y la tercera, quinientos setenta y un abogados fiscales.
La pretensión del Ministerio de Justicia con esta medida es atender a las nuevas necesidades de la carrera, cuya plantilla ha crecido en un 32,8 % desde que está en funcionamiento el Pacto de Estado para la Reforma de la Justicia.
Una de las nuevas plazas de fiscal de Sala quedará adscrita a la Sala de lo Social del Tribunal Supremo; la segunda, aún por determinar, asumirá cometidos en materia de violencia doméstica, menores, juicios rápidos o medio ambiente; y la tercera, adscrita a la Fiscalía General, pretende descargar al fiscal general en cuestiones institucionales y en relaciones internacionales, especialmente de cooperación con la Unión Europea.
Además, esta medida permitirá dar destino a fiscales jefes con rango de fiscal de Sala que, tras la entrada en vigor del nuevo Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal, puedan dejar esas jefaturas sin que pierdan la primera categoría.