El Real Decreto introduce las modificaciones necesarias para que la Unidad Administradora del Fondo Social Europeo pueda llevar a cabo los nuevos cometidos definidos en el Reglamento (CE) 1260/99, de 21 de junio y en el Reglamento (CE) 1784/99, de 12 de julio.
El Real Decreto supone una aplicación del Fondo Social Europeo más simplificada, una mejor concentración y eficiencia de sus actuaciones y un incremento de la descentralización.
Además, el Real Decreto 638/2002 posibilita la asunción de las nuevas funciones derivadas de la creación de las figuras de la autoridad de gestión y de la autoridad pagadora.