ALICANTE, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -
El magistrado presidente del tribunal del jurado, que aplica el veredicto emitido por un jurado popular, considera a la mujer autora de un delito de asesinato, otro de maltrato habitual y de seis ilícitos de lesiones, para los que contempla la agravante de parentesco y las atenuantes de confesión, dilaciones indebidas y la de actuar bajo los efectos de las drogas.
Además, la condenada deberá abonar una indemnización de 100.000 euros a cada uno de los dos hermanos de la víctima mortal y otros 10.000 euros para uno de ellos, el gemelo del fallecido, por las lesiones que sufrió y las secuelas que le quedaron a consecuencia de los hechos, según ha informado el TSJCV.
Según el relato de hechos probados que recoge la sentencia, la mujer vivía con sus hijos --una niña de nueve años en ese momento y dos gemelos de dos años-- en una casa en la localidad alicantina de Bigastro.
La condenada usó la violencia física con los gemelos en, al menos, seis ocasiones, ya que los zarandeó y golpeó con diversos objetos en la cabeza, el tronco o las extremidades, hasta el punto de causarles varias fracturas.
Las agresiones se fueron repitiendo y crearon "un clima de alteración pacífica de la convivencia" hasta que el día 11 de junio de 2022, cuando la mujer regresó del parque con los dos pequeños y tras acostar a uno de ellos, cogió del cuello al otro y le apretó hasta provocarle la muerte por estrangulación.
"ME PUSE TRES RAYAS"
El jurado consideró probado que la procesada es consumidora de drogas desde los 20 años --tenía 34 en el momento en el que se celebró el juicio el 16 de diciembre de 2024--, lo que le generó "un deterioro psicológico que afectó su voluntad en el momento de cometer el asesinato".
Durante la celebración de la vista oral, la acusación popular y la defensa se adhirieron a la calificación de la Fiscalía, mientras que la acusada reconoció los hechos.
Precisamente, tras admitir su culpabilidad en la muerte de su hijo, declaró que consumió hachís y cocaína el día del crimen, incluso que se drogó durante el embarazo de los gemelos. "Antes de ir al parque me puse tres rayas", señaló.