MÁLAGA 22 Dic. (EUROPA PRESS) -
Según declaró probado la sentencia dictada por la Sala de la Audiencia de Málaga con sede en Melilla, y recoge la resolución del TSJA a la que ha tenido acceso Europa Press, los acusados trabajaban para una empresa y se habían "puestos previamente de acuerdo" con el ciudadano marroquí, "que había entrado de manera irregular en Melilla y quien carecía de autorización para acceder a la península".
Así, "aprovechando la facilidad que a aquéllos les brindaba su relación con la empresa", que gestionaba transporte, en enero de 2021, "dispusieron lo necesario para que el nombrado ciudadano viajara a Málaga sin ser detectado en el camino", para lo que "facilitaron la ocultación de este en el interior del semiremolque frigorífico".
Por estos hechos, se condenó a ambos acusados como autores penalmente responsables de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y se le impuso a cada uno una pena de cinco años de prisión, que ahora se ha rebajado a siete meses de cárcel, tras estimarse los recursos de las defensas, una de ellas dirigida por el abogado penalista José Miguel Ramos.
Así, mientras que la Sala de Melilla consideró que los acusados actuaron sabiendo que el semiremolque en el que viajaría el hombre "se cierra herméticamente desde fuera, sin posibilidad de que este pudiese abrirlo sin ayuda exterior, no siendo seguro que aquel pudiese disponer de oxigeno durante todo el trayecto", el TSJA modifica esta parte de los hechos probados tras aceptar los recursos.
En este punto, el alto Tribunal andaluz señala que durante la travesía entre los puertos de Melilla y Málaga la vida del hombre "no corrió peligro, toda vez que amen de contar con una provisión de oxigeno vital, dadas las dimensiones del semi-remolque frigorífico donde viajaba, portaba un teléfono móvil para sortear o conjurar cualquier imprevisto".
Asimismo, apunta que el semiremolque/contenedor tenía "una rendija o hendidura por la que se percibía la luz exterior" y en el momento de ser sorprendido por los agentes "no se observó en el mismo desvanecimiento de signo alguno, saliendo al exterior por su propio píe".
Las defensas alegaron como uno de los argumentos del recurso que la vida del migrante no corrió peligro y la Sala del TSJA señala en este sentido que el agente de la Guardia Civil que abrió la batea donde estaba el hombre al llegar al puerto de Málaga "aseveró que se encontraba en perfecto estado de salud" y que el contenedor tenía almacenaje de oxigeno suficiente, además de una rendija que permitía su renovación.
