DOS ESTADOS PARA DOS PUEBLOS
El Estado de Israel, como es sabido, nació de una resolución de Naciones Unidas. Su Asamblea General aprobó en 1947 la Resolución 181 (II), acordando el reparto en dos Estados, uno judío y otro árabe, del territorio histórico de Palestina. El 14 de mayo de 1948, Israel proclamó su independencia. La inmediata guerra árabe-israelí terminó con la ampliación del territorio de Israel. Posteriormente, la toma de Cisjordania y Gaza, a consecuencia de la guerra de los Seis Días en 1967, hizo prácticamente inviable la convivencia de dos naciones en una paz duradera. Fue el comienzo de una realidad colonial en la que Israel es la potencia ocupante, contra numerosas resoluciones de Naciones Unidas.
La política de Israel va destinada a una progresiva anexión de Cisjordania mediante asentamientos de colonos y una conversión definitiva de Gaza en la “mayor cárcel del mundo”, en la que se han destruido los recursos esenciales para vivir. Benjamín Netanyahu amenaza con convertir Líbano en otra Gaza.
El planteamiento de un solo Estado plurinacional, formado por judíos y palestinos, nunca tuvo la posibilidad de llevarse a cabo. Desde el primer instante, ninguno de los dos hipotéticos componentes de ese Estado mostraron sobre tal fórmula una mínima aceptación. Hay razones ideológicas de fondo que lo hacen imposible. Como nos recuerda Peter Beinart, el sistema político de Israel está basado en la religión y la etnicidad. Su controvertida ley de 2018 sobre la “nación-Estado” declara que solo los judíos pueden “ejercer la autodeterminación nacional”. La mayoría de los palestinos bajo control de Israel -en Gaza y Cisjordania- no pueden ser considerados ciudadanos del Estado ni tener derecho a voto. Hoy hay 14.000 prisioneros palestinos en las cárceles israelíes, sin garantías jurídicas.
Israel es un Estado que carece de Constitución y su carta de derechos humanos no incluye la igualdad ante la ley. Cuando algunos políticos árabe-israelíes propusieron una ley para establecer la igualdad entre árabes y judíos respecto a los derechos de ciudadanía, el presidente del Parlamento israelí rechazó ponerla a votación porque “atentaría contra los fundamentos del Estado”.
El Estado israelí y la política del Gobierno más extremista de su historia han llegado a exasperar incluso a sectores de su propia sociedad, hasta el punto de abandonar el país o considerar hacerlo. No es de extrañar cuando, como señala Thomas Friedman en The New York Times, dirige el país un “partido de Dios” israelí, formado por fuerzas políticas de extrema derecha nacionalista, supremacista y mesiánica. Estas fuerzas tienen en su horizonte el proyecto del Gran Israel del movimiento sionista.
Las manifestaciones que han protagonizado miles de israelíes contra el Gobierno, pidiendo una negociación para liberar a los rehenes, no lo han sido para protestar por la destrucción (“reocupación”) de Gaza y sus habitantes, el asentamiento de 50.000 colonos en Cisjordania o la expulsión de palestinos. Esto permite al Gobierno dominar la escena política, aunque se sacrifiquen vidas de judíos. Hay una contradicción evidente en todo ello, porque obviar un alto al fuego impide la liberación de los israelíes secuestrados por Hamás.
Todo lo anterior ha hecho y hará imposible un Estado en el que convivan las dos naciones. La única salida a un terrible conflicto que dura ya tres cuartos de siglo es la solución de dos Estados. Para llegar a ese escenario, hay que empezar por el principio: la guerra en Gaza y Líbano debe terminar y los rehenes deben ser liberados, algo que Netanyahu no desea, amparado en el espacio temporal que hay hasta las elecciones presidenciales del país aliado, Estados Unidos. Solo con una interrupción de las acciones militares podrá trasladarse a la mesa diplomática una propuesta de dos Estados parecida a la que han presentado estos días Nasser Al Kidwa, ministro de Asuntos Exteriores de la Autoridad Palestina (2005-2006), y Ehud Olmert, primer ministro de Israel (2006-2009), sobre la base de las fronteras anteriores a 1967. Dos Estados para dos pueblos.