BARCELONA, 16 (EUROPA PRESS)
La sentencia, consultada por Europa Press este viernes, rechaza el recurso de la defensa y da por buenos los hechos probados que estableció el primer fallo.
El joven participó en una protesta de unos 500 independentistas contrarios a la monarquía, que coincidió con una concentración de unas 10 personas afines al Rey y que lo apoyaron con banderas españolas y pancartas.
La sentencia afirma que el joven, junto a otros manifestantes, se dirigieron a las personas favorables a la monarquía y "con actitud de intolerancia al diferente, les increparon, les profirieron insultos y abucheos, y asimismo les lanzaron agua y les empujaron para sacarlos de la zona, a la vez que les decían con gritos 'Fuera fascistas y puta España'".
En esta situación, el joven sacó un espray de pintura negra y pintó una cruz en la bandera española que llevaba una mujer que apoyaba la visita del Rey, y le gritó "expresiones como 'puta, nazi o facha'", y también pintó con el mismo espray un coche de la Guardia Urbana de Barcelona, en el que escribió 'puta poli'.
LA DEFENSA VE "CONTRADICCIONES"
La defensa, que ejerce Alerta Solidària, ha criticado que el tribunal ha resuelto su apelación en un tiempo récord --presentaron el recurso el 24 de noviembre-- y considera que los magistrados de la Audiencia de Barcelona "solo intentan justificar las contradicciones y las conclusiones irracionales" de la primera sentencia.
Han avisado de que recurrirán la condena ante el Tribunal Supremo (TS) y ha lamentado que el delito de coacciones "es de los habitualmente imputados a manifestantes independentistas que coinciden con grupos de signo contrario, y fue 'olvidado' por los negociadores de la Ley de amnistía".