BRUSELAS, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
Prigozhin fue sancionado en octubre de 2020 por sus vínculos con el grupo paramilitar ruso, en el marco de las restricciones europeas por la crisis en Libia y como respuesta a las graves violaciones de Derechos Humanos.
Frente al recurso de anulación del empresario ruso, que cuestiona la correcta motivación de las sanciones, la apreciación errónea de los hechos y la vulneración de sus derechos fundamentales, entre otras cosas, el tribunal europeo avala que las sanciones están bien argumentadas y señala que las pruebas presentadas para justificar las medidas incluyen extractos de informes Naciones Unidas además de elementos de prensa como fotografías y testimonios de las operaciones de Wagner en el país norteafricano.
"A falta de elementos en los autos que puedan poner en entredicho la fiabilidad de las fuentes utilizadas por el Consejo, procede reconocerles un carácter razonable y fidedigno y, por tanto, cierto valor probatorio", ha asegurado el tribunal con sede en Luxemburgo.
El alto tribunal defiende que los documentos acreditan las relaciones estrechas y múltiples del empresario ruso con el grupo paramilitar privado con sede en Rusia y queda identificada el tipo de actividad que lleva a cabo el grupo y que "amenaza la paz, la seguridad y la estabilidad de Libia".
Después de que Prigozhin alegara que las sanciones representaban una desviación de poder, el TUE replica que "no hay elementos que respalden la idea de que el procedimiento que llevó a la adopción de los actos se hubiera puesto en marcha para alcanzar objetivos distintos de aquellos para los que se concedió la facultad en cuestión", al tiempo que desestima que se hayan vulnerados sus derechos, puesto que fue informado de la decisión, tuvo acceso al material probatorio y pudo entonces presentar observaciones.
