ALBACETE, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
La sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, recoge como hechos probados que, desde octubre de 2014, la acusada, en su condición de empleada de una empresa de administración de fincas, tenía por misión la gestión de la comunidad de propietarios de Hellín (Albacete).
Aprovechando que era de confianza de los administradores de la empresa y que disponía de las claves para acceder y gestionar la cuenta corriente de la comunidad, realizó sucesivas transferencias por importe aproximado a los 300 euros con destino a dos cuentas abiertas su favor.
La comunidad de propietarios disponía de un talonario de cheques para hacer frente a otros pagos. Para la validez del cheque era precisa la firma de uno de los administradores de la asesoría y del presidente de la comunidad.
Para evitar el sucesivo traslado a la oficina del presidente de la comunidad de propietarios, había éste dejado firmado diversos títulos, documentos que cogió la acusada y, tras simular la firma del otro, los emitió y cobró al portador.
La acusada realizó la simulación en cinco cheques desde el 28 de enero de 2015 hasta el 20 de agosto de 2015. El importe total de dinero obtenido de la cuenta o mediante cheque asciende a 34.462,23 euros y generó unos gastos de 234,50 euros.
La empresa de administración de fincas para la que la condenada trabajaba reintegró la totalidad de dichos importes de la comunidad de propietarios.
