BARCELONA, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
En su discurso en la jornada del Día europeo de la mediación en la Ciudad de la Justicia de Barcelona, organizado por el Grupo europeo de magistrados por la mediación de España (Gemme), ha recordado que la tasa de litigiosidad aumentó un 5,28% en 2017, y que España es uno de los países del entorno europeo con mayores cuotas de conflictividad judicializada.
El presidente del alto tribunal catalán ha acusado a los bancos de utilizar "el colapso judicial para demorar y dosificar el agujero en sus balances", causados por las sentencias a favor del consumidor --la mayoría-- en los litigios por cláusulas bancarias abusivas.
Ha constatado que los bancos van a agotar también la segunda instancia, interponiendo recursos a las sentencias "aunque sepan perdida su pretensión".
Barrientos ha recordado que en Barcelona, en un año y medio, han ingresado en el juzgado especializado más de 30.000 demandas por cláusulas suelo, y que siguen entrando a ritmo de entre 70 y 90 diarias.
Ha valorado que si hubiera la voluntad de responder en tiempo a ese volumen de demandas, se necesitaría una estructura correspondiente a unos 25 juzgados, cuando la dotación actual son cinco jueces, tres letrados de la Administración de Justicia y 15 funcionarios.
"Con estas ratios, las demandas entrantes en diciembre de 2018 serán sentenciadas a finales de 2024, seis años más tarde de su presentación", ha vaticinado.
Ha lamentado que el legislador no haga nada para remediar este escenario cuando "bastaron 24 horas y un decreto ley para cambiar el sujeto pasivo del Impuesto sobre actos jurídicos documentados".
MEDIACIÓN
Por eso, ha defendido la mediación como método alternativo para paliar esta situación: "Solo la masificación de los métodos alternativos al pleito podrá evitar el colapso del sistema de justicia tal y como lo concebimos hoy".
Ha destacado las "altas expectativas" depositadas en la iniciativa del Ministerio de Justicia del anteproyecto de ley de impulso de la mediación, para descongestionar la carga de trabajo en los juzgados, y ha apostado por cambiar la cultura del pleito por la del pacto.
Barrientos ha lamentado que los jueces, en términos generales, son los que están "más alejados de la cultura de la mediación y el pacto", a pesar de que son los que directamente acarrean las consecuencias de la litigiosidad, y ha reiterado el compromiso del TSJC por impulsar una mayor implicación de la carrera judicial.