LA NUEVA MAYORÍA REPUBLICANA
En la recta final de las elecciones legislativas en Estados Unidos, muchos demócratas piensan que una amplia victoria republicana podría ser al mismo tiempo un desastre y tener consecuencias positivas para ellos. El razonamiento es sencillo: el legislativo ya está bloqueado y el refuerzo de la mayoría republicana haría más visible el lado negativo y pesimista de esta formación, empeñada en que el presidente Obama no pueda llevar adelante su agenda política y en deslegitimar al gobierno federal.
Las encuestas predicen, en efecto, que los republicanos mejorarán su mayoría en la Cámara de Representantes y que podrían obtener la mayoría en el Senado. Sería el mejor resultado para un partido en estos comicios desde los tiempos de Harry Truman. El electorado reaccionaría entonces apoyando al candidato demócrata a la presidencia en 2016, que por ahora sería Hillary Clinton. La antigua secretaria de Estado se ha distanciado de Barack Obama lo que ha podido y se presenta como una política experimentada, con capacidad ejecutiva, justo lo contrario de la imagen de Obama que Leon Panneta describe en sus recientes memoias, Batallas que merecen la pena.
El antiguo director de la CIA y secretario de Defensa hasta hace poco explica que el presidente en el fondo es un profesor universitario, entusiasmado por la lógica de su razonamiento y la perfección de sus discursos. A cambio, no está dispuesto a bajar a la arena y mancharse las manos en la tarea de tejer compromisos y negociar soluciones. Los republicanos siguen planteando el grueso de su política en contra de la reforma sanitaria del presidente, que está funcionando mejor de lo previsto, y de sus planes sobre la inmigración, pero en cierto modo Obama es ya percibido como un expresidente.
En estos días, Mitt Romney, repudiado por el ala derecha de su partido, reaparece en foros y debates. Su perfil pragmático de hombre de empresa es aplaudido por muchos demócratas, hartos de que Washington esté bloqueado por la cerrazón de unos y la parálisis de otros.