PERIODISTAS JUSTICIEROS
En todas las profesiones se cometen abusos, tropelías y a veces incluso delitos. ¿Quién no ha oído hablar de los abogados que venden ofertas de contratos falsos? ¿Quién no ha conocido la existencia de (falsos) profesionales sanitarios que ofrecen sus servicios? Pero cuando tenemos noticias de que estos hechos ocurren, lo que tenemos que hacer es acudir a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que, utilizando las herramientas que la ley les permite, son los encargados de luchar contra los abusos, las tropelías y los delitos.
No podemos convertirnos en justicieros, ni mucho menos dejar la Justicia en manos de los periodistas o de detectives con cámara oculta. Los profesionales que en la intimidad de sus despachos hablan con confianza a sus clientes no se pueden imaginar que éstos les estén grabando, y esas grabaciones no pueden exhibirse por televisión, porque bajo la libertad de expresión no cabe hacer justicia ni audiencia (televisiva).
Si los periodistas quieren desenmascarar a esos profesionales del engaño, que acompañen a los clientes a poner las oportunas denuncias a las comisarías o a los juzgados, y que luego los clientes den la cara frente a la cámara relatando los hechos. Hay otras maneras de perseguir los delitos. Y están en manos de profesionales que siguen escrupulosamente el ordenamiento jurídico, que acatan la Constitución y la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Si los policías necesitan de una autorización judicial para quebrantar la inviolabilidad del domicilio nos tenemos que imaginar que los periodistas no tienen mayor derecho a grabar con cámara oculta y exhibir las imágenes. No todo vale. Lo digo sin miedo a ser grabada con cámara oculta. Pero si esto sucede y se va a exhibir, que me pidan autorización.