ALGO HAY QUE HACER
Hemos conocido una vez más la negatividad de la EPA en cuanto al empleo. Aun cuando esta mala noticia se va repitiendo cíclicamente, eso no puede suponer la falta de reacción enérgica ante tal desastre. Desastre económico y personal para los afectados. Hay que repetir una vez más que la reforma laboral por sí misma no va a suponer un crecimiento del empleo y menos a corto plazo, ya que es la economía o el crecimiento económico el que tiene la llave de la generación de empleo. Pero también es cierto que si no efectuamos los cambios laborales que precisa nuestro sistema normativo, aunque mejore la economía, el crecimiento y mantenimiento del empleo no será sostenible.
No podemos olvidar además que dentro de los parados hay un sector como el juvenil especialmente golpeado y que exige medidas concretas y eficaces para lograr de alguna forma una ocupación de nuestros jóvenes.
He dicho muchas veces, y lo reitero ahora, que con independencia de la reforma estructural habría que tomar unas medidas de choque que aún cuando supongan una rebaja en los estándares del contrato de trabajo son necesarias para que, al menos de un modo temporal, podamos animar a los empresarios a contratar. Un contrato juvenil con menos cargas sociales y menor salario, una dinamización del contrato a tiempo parcial, de modo que sea mucho más flexible, una potenciación del teletrabajo y muchas otras medidas para las que solo hace falta imaginación y decisión.
El paso que han dado los agentes sociales con su reciente acuerdo sobre salarios es algo indudablemente positivo pero, ante un enfermo que se está desangrando, hay que tomar medidas excepcionales, pues de lo contrario el paro seguirá incrementándose más y más sin que pueda consolarnos el hecho de que no hay empleo, pero nuestras condiciones de trabajo son de muy alta calidad.