Montserrat Comas recordó que la última reforma de la prisión provisional, en vigor desde el 1 de octubre pasado, ya prevé que en el caso de que llegue al juzgado noticia del incumplimiento de una orden de protección o del quebrantamiento de medidas de alejamiento, el juez debe acordar la comparecencia del fiscal, el acusado y la defensa, para que el fiscal pueda pedir en su caso la prisión provisional para el agresor.
Para ello, es imprescindible que llegue al juzgado que la medida de alejamiento se incumple, para iniciar así nuevas acciones judiciales por un nuevo delito, el de quebrantamiento de las medidas de alejamiento.
Por su parte, el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Fernando Ruiz Piñeiro, apostó por abordar un plan integral para atajar los casos de maltratos domésticos, que incluya la prevención y el ámbito educativo.
Fernando Ruiz Piñeiro entiende que el maltrato de género no es una asignatura pendiente de la Justicia, sino de toda la sociedad y recordó que este problema no depende en exclusiva de los jueces.
Así, considera que sólo judicialmente no se puede erradicar la violencia de género sino que la solución tiene que venir también de otros ámbitos, preventivos, educativos, etc.