El magistrado ha señalado que la diferencia de criterio entre la Fiscalía Anticorrupción y el fiscal general puede resolverse “a favor del Gobierno de turno o de los intereses personales, políticos o económicos de determinadas personas o empresas”.
Baltasar Garzón ha realizado un discurso sobre los motivos que pueden llevar a la corrupción a las personas que ostentan el poder político y acerca de las razones por las que este tipo de delitos acaban en muchos casos sin investigarse. En este sentido, el juez considera que, para que no queden impunes, es necesaria la independencia judicial y del Ministerio Público.
Por otro lado, entiende imprescindible que el fiscal general no fuera designado por el Gobierno, sino por el parlamento con mayoría cualificada, o que su mandato no coincida con el de la legislatura o presidencia.
Otras de las medidas que reclama es que cuando el fiscal general releve o contradiga al fiscal Anticorrupción, explique las razones de tal decisión, y que el Ministerio Fiscal se integre en el poder judicial.