El pasado 25 de julio, Carlos Jiménez Villarejo remitió un escrito al Fiscal General del Estado, Jesús Cardenal, solicitando su jubilación voluntaria, prevista en el artículo 46.2 del Estatuto Fiscal, tras haber sido relevado el mismo día por Antonio Salinas como jefe de la Fiscalía Anticorrupción.
Jesús Cardenal dio traslado de la petición a la Inspección Fiscal, que a su vez remitió el expediente al Ministerio de Justicia, ya que es el Gobierno el que concede la jubilación, de acuerdo al Estatuto.
De no haber pedido la jubilación, Carlos Jiménez Villarejo debía haberse incorporado al Tribunal Supremo, por su condición de fiscal de Sala, aunque no hubiera tenido en principio ninguna jefatura.
Carlos Jiménez Villarejo, de 68 años de edad, decidió jubilarse de forma voluntaria después de que el Consejo Fiscal, el pasado mes de julio, no le apoyase para continuar como fiscal jefe anticorrupción, cargo al que accedió en 1995, y apostase por Antonio Salinas para sustituirle.