En su discurso, el jurista analizó la necesidad de la creación de un Ministerio Fiscal Europeo que se encargaría, en primera instancia, de casos de fraude a las comunidades.
Según el experto, las atribuciones finales de esta figura están aún por determinar, aunque podrían incluir también casos de delincuencia grave transfronteriza.
De llegar a existir, el Fiscal de la Unión Europea podría intervenir en la persecución de delitos de drogas y del medio ambiente.
En opinión de Dámaso Ruiz-Jarabo, la necesidad de crear esta figura se ha hecho patente en la Unión Europea a raíz de los numerosos casos que afectan a los intereses financieros de las comunidades.
La inexistencia de un Código Penal Europeo dificultaría, según el abogado del Tribunal de las Comunidades Europeas, la actuación del Ministerio Público que debería perseguir los delitos en función de los derechos penales de cada país afectado y que trabajaría de forma independiente, tras ser elegido por las más altas instancias.