Con el Decreto 97/2000, de 6 de marzo, de reordenación de las delegaciones territoriales del entonces Departamento de Economía, Finanzas y Planificación, se adscribieron a la Dirección General de Tributos las antiguas delegaciones territoriales.
Ahora bien, desde la adscripción mencionada se ha puesto de manifiesto la necesidad de coordinación de las otras unidades intervinientes en el ciclo de la gestión tributaria.
Por lo tanto, el Decreto 8/2003 establece un mecanismo paralelo de coordinación de los diferentes agentes administrativos que intervienen en el desarrollo de las funciones de las direcciones territoriales.
Con esta finalidad, el Decreto autonómico determina que las delegaciones de tributos de Barcelona, Girona, Lleida y Tarragona pasan ahora a integrarse en la estructura de las nuevas direcciones territoriales del Departamento con una organización adaptada a la gestión Tributaria en el marco de las nuevas tecnologías de la información.
Por otra parte, y como novedad en esta estructura territorial, el Decreto 8/2003 crea la Dirección Territorial de las Tierras del Ebro, atendiendo a la necesidad de disponer de una estructura administrativa específica para estas comarcas.