La Directiva 2002/83 tiene como finalidad facilitar el acceso a las actividades de los seguros sobre la vida y su ejercicio eliminando algunas divergencias existentes entre las legislaciones nacionales en materia de control.
La Directiva regula el mercado interior en materia de seguro directo de vida en su doble vertiente de libertad de establecimiento y libre prestación de servicios en los Estados miembros, al objeto de facilitar a las empresas de seguros con domicilio social en la Comunidad la suscripción de compromisos.
La Directiva 2002/83 constituye un paso importante del proceso de aproximación de los mercados nacionales para la instauración de un solo mercado integrado, y establece que debe completarse esta fase con otros instrumentos comunitarios al objeto de permitir que todos los tomadores de seguro puedan recurrir a cualquier asegurador con domicilio social en la Comunidad.
Con esta Directiva el acceso a la actividad de seguros y su ejercicio quedan supeditados a la concesión de una única autorización administrativa, concedida por las autoridades competentes del Estado miembro en el que la empresa de seguros tenga su domicilio social.