A su juicio, esta reforma generaría una desviación en la labor de los juzgados de vigilancia, ya que en la práctica significaría que se hace lo que dice el fiscal en su recurso en tanto no se pronuncie el tribunal de apelación.
Por otro lado, el portavoz Asociación Profesional de la Magistratura valoró de forma positiva la reforma anunciada por Justicia, aunque cree que debería llevarse a cabo un replanteamiento general de la aplicación del tercer grado penitenciario.