Según el Tribunal Supremo, el aspirante a auditor debe acreditar esta formación concretada en “trabajos realizados en el ámbito financiero y contable, referidos especialmente a cuentas anuales, cuentas consolidadas o estados financieros análogos, consistentes en la revisión y verificación de documentos contables para la emisión de un informe desde una posición externa e independiente”.
Se trata de un requisito que debe añadirse a otros como tener una titulación universitaria, superar un examen de aptitud y haber seguido programas de formación teórica.