ALMERÍA 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
La sentencia, consultada por Europa Press y contra la que cabe recurso de apelación, condena además al acusado al pago de cerca de 1.200 euros en indemnizaciones a dos de los afectados por el valor de los efectos y el dinero sustraído durante los robos.
El tribunal de la Sección Tercera tuvo en cuenta las fotografías y grabaciones recopiladas durante la investigación en las que el acusado aparecía en varios comercios haciendo uso de las tarjetas sustraídas e incluso portando un carrito de la compra que había sustraído, el cual fue reconocido por su legítima propietaria.
El primero de los asaltos se dio durante la noche del 28 al 29 de octubre cuando el hombre accedió escalando a una terraza de una vivienda de El Zapillo y fracturó la cerradura de los armarios de aluminio mientras que los moradores de la vivienda dormían.
Así, se hizo con un carrito de la compra, una caja de herramientas con taladro y accesorios, además de prendas de vestir y de hogar así como diversos electrodomésticos, todo ello valorado en casi 1.400 euros que el afectado no reclamó.
El segundo asalto se registró en torno a las 2,15 horas del día siguiente cuando, bajo el mismo propósito y con el mismo modus operandi, el ladrón subió hasta la ventana del salón de la casa de la víctima, situada en el barrio de Oliveros, a la que entró mientras que el dueño de la vivienda dormía.
En esta ocasión, se hizo con un paquete de tabaco y una cartera que encontró sobre la mesa así como con y 150 euros en metálico. Con las tarjetas bancarias halladas en la cartera, el acusado hizo hasta cinco cargos por importes máximos de 33 euros en establecimientos de alimentación y para pagar un taxi. Los gastos fueron reclamado por el afectado, quien además se vio obligado a renovar su documentación tras el suceso.
El último de los robos se dio durante la madrugada del 7 de noviembre. El acusado volvió a escalar a un primer piso situado en la zona de Altamira para entrar por la ventana en una vivienda y sustraer un portátil, un paquete de tabaco y un mechero a su dueño mientras que este dormía, lo que generó un perjuicio económico por encima de los mil euros.
Al acusado le constaban cinco condenas anteriores por delitos de robo con fuerza en las cosas de las que tres han sido ya cumplidas, si bien en el momento de los hechos tenía pendientes dos de ellas por sentencias de 2020 de Córdoba que suman un año y siete meses de prisión.