LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 25 (EUROPA PRESS)
De esta manera, ha desestimado el recurso de la defensa y ha confirmado el fallo de instancia que impuso al acusado una primera condena de un año y nueve meses por un delito de estafa en referencia a una pareja que reclamó sus servicios y se fue hasta Kazajistán (Rusia) a donar semen; una segunda de un año y nueve meses por estafar a otra pareja con la que negoció una inexistente gestación subrogada de bebé en Tailandia, México o Rusia; y, por último, una condena a seis meses de cárcel por delito de falsedad.
Además de las condenas penales, el falso médico debe hacer frente al pago de indemnizaciones a sus víctimas por valor de más de 80.000 euros, según ha informado el TSJC en un comunicado.
Por su parte, la sentencia confirma que en el año 2015 el acusado se anunciaba como médico ginecólogo y director general de la entidad Yoursurrogacy.
Asimismo, afirmaba que esta empresa "contaba con un equipo multidisciplinar constituido por abogados, médicos, psicólogos, traductores y gestores personales, que estaba destinada al 100% a programas de gestación subrogada internacional en países donde supuestamente la gestación subrogada estaba legalmente regulada, citando entre otros a Rusia, que en realidad prohibía dicha práctica".
Con todo, una pareja de las islas interesada en sus servicios formalizó un contrato con el acusado para tener un bebé en gestación subrogada, por una precio total de 57.500 euros, pagando una primera entrega de 31.500 euros.
Ya en julio de 2015, la pareja viajo a Rusia y se encontró con el acusado en Kaliningrado, haciendo un depósito de semen en una clínica de aquella ciudad, mientras que nunca se finalizó el compromiso, explicándoles a las víctimas el ahora condenado que la madre de alquiler había abortado.
En el segundo caso, el acusado contactó con otra pareja que abonó al falso médico diversas cantidades para acceder a la paternidad mediante una gestación subrogada de bebé y soportó cómo el acusado primero les decía que la gestación sería en Tailandia, después en México y finalmente en Rusia, cuando en realidad nunca se materializó el compromiso ni se le devolvió el dinero a los interesados.