ALICANTE, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
La sentencia, fruto de un acuerdo de conformidad entre las partes, recoge que el acusado, de nacionalidad argelina, salió sobre las 14.00 horas del pasado 2 de septiembre desde la playa de Tipaza, en la costa argelina, en una embarcación en la que viajaban dos mujeres y once varones, uno de ellos menor de edad, con destino a España.
El condenado no disponía de ninguna titulación que acreditara conocimientos para gobernar un barco, lo que hizo ayudado únicamente de una brújula GPS.
PAGARON POR VIAJAR
Por su parte, los tripulantes pagaron cantidades que oscilan entre los 1.800 y los 2.500 euros para viajar de manera clandestina en la embarcación, de seis metros y medio de eslora, que no disponía de equipos de seguridad ni de víveres o agua potable para la travesía, circunstancia que "puso en riesgo sus vidas", tal y como precisa la resolución judicial.
Al embarcar, los migrantes fueron informados de que el trayecto tenía una duración prevista de entre cuatro y ocho horas, pero la patera sufrió una avería en el timón y quedó a la deriva y sin combustible, por lo que el viaje se prolongó cuatro días --hasta la tarde del día 6--.
En ese momento, la embarcación fue localizada a la deriva frente a las costas españolas y sus tripulantes fueron rescatados y trasladados en un helicóptero y una nave de Salvamento Marítimo hasta el Centro de Atención Temporal de Extranjeros del puerto de Alicante.